Mónica Marcela Ramírez Díaz.
Nuestra canciller María Consuelo Araújo se encuentra en grandes presiones por parte del Gobierno, ya que la situación que se ha presentado últimamente en el Congreso de Colombia con la “para- política”, ha despertado en los ciudadanos grandes vacíos y preocupaciones con el prestigio del país en el mundo.
La representante de Colombia se encuentra entre la influencia del Gobierno y el honor de su familia. La situación actual del país nos ha revelado que algunos congresistas tienen vínculos con los paramilitares y este es el caso de la Canciller, ya que su hermano y padre están siendo investigados por la Corte Suprema de Justicia.
La renuncia está en debate, ya que el Gobierno pide su puesto, pero ella no lo quiere dejar; María Consuelo Araújo debe retirarse; pues tiene varias razones para hacerlo como lo son: ella tiene que dejar muy en alto el nombre de Colombia y con su familia en estos líos, es posible que se pueda cuestionar su lealtad e integridad al país.
Otra razón valedera por la que su cabeza no debe estar, es por la división que hay entre los integrantes de la cúpula del Gobierno, pues muchos de ellos opinan que su familia tiene nexos, y otros dicen que así ella no esté en el problema, su puesto se involucra directamente.
La Canciller afirma que su familia es inocente, y si ella decide renunciar es directamente para apoyarla en el proceso jurídico que les lleva a cabo la Corte.
Como se muestre o como se diga, la representante se encuentra presionada por sus opositores, el gobierno y los medios, para que anuncie una respuesta inmediata a Colombia.
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